Jacopo Sansovino (Jacopo de’ Tatti)
La anunciación
Este grupo escultórico de La anunciación forma parte de las colecciones Thyssen-Bornemisza desde el 10 de mayo de 1928, cuando fue adquirido por Heinrich Thyssen-Bornemisza, a través de J. & S. Goldschmidt & Co., en la venta de los bienes de Oscar Huldschinsky (1846-1931) organizada por Cassirer y Helbing. Mientras fue propiedad de Huldschinsky, coleccionista e industrial nacido en Breslavia, las figuras embellecieron ambos extremos de la repisa de la chimenea en el salón principal de su residencia de Berlín. En 1906, siendo aún propiedad de Huldschinsky, la obra participó en su primera exposición en la capital alemana que organizó el Kaiser Friedrich-Museums-Vereins y en 1930, en Múnich, se dio a conocer en la Neue Pinakothek como parte de la colección Rohoncz, nombre original de las colecciones Thyssen-Bornemisza.
La anunciación es un tema vinculado a la ciudad de Venecia pues su fundación, según la leyenda, tuvo lugar un 25 de marzo, fecha en que se conmemora el anuncio a María. Además, la festividad más importante en honor a la Virgen es el día de la Asunción, que coincidía con la jornada en que se escenificaba el matrimonio figurado de la ciudad con el mar. Ambas celebraciones colocan a la urbe bajo la protección de la madre de Jesús. Sin embargo, a pesar de la relación del tema con la ciudad, no se ha podido conectar el encargo de la pieza con Venecia a pesar de que Willhem Bode apuntó como posible origen de la obra una capilla de la ciudad lagunar en su catálogo de la colección Huldschinsky de 1909.
Sansovino diseña un grupo que sigue las pautas tradicionales en cuanto a la posición de los protagonistas. Así María se sitúa a la derecha, con la pierna izquierda adelantada y la cabeza levemente girada por la irrupción del ángel, mientras su mano izquierda sostiene un libro cuya lectura ha detenido. El ángel, a su derecha, se adelanta para realizar la genuflexión mientras se lleva las manos al pecho donde apoya con suavidad sus dedos. Pese al volumen y a los finos plegados de las telas que cubren a los personajes, Sansovino adhiere los ropajes a los cuerpos con maestría para destacar partes de su anotomía, como es el caso de la túnica roja de la Virgen, que marca con precisión el vientre, el ombligo o los senos. La proporción y rostros de rasgos clásicos de ambas figuras, trabajadas en arcilla –un material no muy frecuente en la obra de Sansovino–, son de una enorme elegancia y sofisticación. Un factor importante a destacar es la policromía empleada, uniforme y de tonos dorados en el caso del ángel, que remiten a su naturaleza celeste y que encajan a la perfección con la gama elegida para la Virgen, colores tradicionalmente asociados a su indumentaria, como el rojo de la túnica y el azul y el verde del manto.
La anunciación ha estado adscrita a Jacopo Sansovino desde que la crítica la dio a conocer; sin embargo su datación ha sido más discutida. La fecha que actualmente se considera más aceptada, hacia 1535, se debe a Bruce Boucher (1991), para cuya formulación tuvo en cuenta las sugerencias de Cornelius von Fabriczy (1909) y de Hans R. Weihrauch (1935), quienes situaron el conjunto próximo a los bronces de la Loggetta.
Ambas figuras fueron restauradas en el taller del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza en 2017. Durante la intervención se retiraron antiguos repintes debidos a una restauración antigua que no ha podido ser documentada. El ángel, además, tenía piezas fragmentadas que se habían adherido con masa de modelar y cubierta con pintura, siendo notorios estos desperfectos en el brazo derecho, pierna izquierda y base. San Gabriel se encuentra en la actualidad incompleto, ya que en su espalda son visibles dos hendiduras donde con toda probabilidad se insertaron sus alas.
Esta Anunciación es un préstamo excepcional que se expone en la sala 6 del museo.