Representante del expresionismo abstracto americano, Willem de Kooning trascendió con su pintura gestual los límites entre abstracción y figuración, lo que le convirtió en una influyente figura del arte de la segunda mitad del siglo XX. Se formó en la Academie van Beeldende Kunsten de Rotterdam, su ciudad natal, trabajó en una empresa de decoración y publicidad y viajó por los Países Bajos y Bélgica antes de llegar a Estados Unidos, como polizón, en 1926. En 1927 se instaló en Nueva York y pronto conoció a John Graham, Stuart Davis y Arshile Gorky. En 1936 la Works Progress Administration le contrató en su división de pintura y fue sólo entonces cuando pudo dedicarse en exclusiva a pintar. De los bodegones abstractos y la representación de figuras masculinas, a partir de 1938, fecha en que conoció a su futura esposa, la pintora Elaine Fried, pasó a representar a la mujer como tema fundamental de su obra. Estas figuras femeninas permiten ver la progresiva evolución de la obra De Kooning que, desde finales de la década de 1930, se había vuelto más biomórfica influida por la obra de Miró, Arp y Picasso. Esas primeras mujeres estaban formadas de planos irregulares cada vez más fragmentados, mientras que el fondo que las circundaba era geométrico. El carácter inacabado de estas obras y su fuerte grafismo nos hablan de la influencia que el surrealismo tenía en este momento en De Kooning.

Durante la década de 1940 participó en numerosas exposiciones colectivas con otros artistas de la Escuela de Nueva York y en 1948 la Egan Gallery celebró la primera muestra individual de su obra. A comienzos de la década de 1950 comenzó otra serie de mujeres de grandes dimensiones que causaron un gran revuelo al ser expuestas en la Sydney Janis Gallery en 1953: por un lado se las consideraba perversas y sexistas y por otro se criticaba la tendencia figurativa que De Kooning nunca llegó a abandonar. Poco a poco, a partir de 1955, las mujeres de sus obras se fueron fundiendo con el paisaje que las rodeaba hasta llegar a la serie de Paisajes urbanos abstractos.

En 1968, con motivo de una exposición sobre su obra en el Stedelijk Museum de Amsterdam, De Kooning retornó por primera vez a su país de nacimiento. Durante su consiguiente viaje por Europa comenzó a experimentar con la escultura.

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