Retratista y pintor de historia, John Singleton Copley está considerado el pintor norteamericano con más talento de la época colonial. Nacido en Boston o sus alrededores, fue iniciado en el mundo artístico por su padrastro, Peter Pelham, un pintor y grabador inglés emigrado a Estados Unidos en 1727.

Desde sus primeras obras datadas en torno a 1750, en las que puede observarse la influencia de Joseph Blackburn, un pintor inglés afincado en Boston, Copley demostró su carácter colorista y una gran habilidad para plasmar de manera realista las más diferentes texturas. En 1753 realizó su primer retrato de busto, y desde 1764 aumentó su registro con composiciones en las que mostraba a sus retratados de cuerpo entero. Un año más tarde envió el retrato de su hermanastro, Henry Pelham (Joven con una ardilla) de 1765 (Boston, Museum of Fine Arts), a la exposición de primavera de la Society of Artists de Londres. Los pintores Joshua Reynolds y Benjamin West alabaron esta pintura y le aconsejaron una estancia en Europa para perfeccionar su estilo.

La reputación de Copley como retratista fue creciendo dentro de la clase burguesa de Boston, lugar en el que residió hasta entrada la década de 1770. En 1771 se trasladó a Nueva York y en 1774 abandonó de manera definitiva el país para viajar a Londres y desde allí recorrer Europa. En la decisión de asentarse en Gran Bretaña, país en el que moriría en 1815, parece que pudo influir la creciente tensión independentista que reinaba en Estados Unidos pero, sobre todo, motivos personales de tipo artístico. En la capital británica, Copley continuó pintando retratos, aunque se interesó cada vez más por la realización de pinturas de historia de gran formato.

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