La pintora rusa Tatiana Glebova acudió a la Academia de Arte de San Petersburgo entre 1924 y 1927. Alexander Savinov fue su profesor y ya en estas tempranas fechas de su carrera entró en contacto con Pável Filónov, que disfrutaba de un taller dentro de la academia y que desde entonces se convirtió en su principal referente artístico. Cuando en 1925 Filónov creó el grupo Maestros del Arte Analítico, Glebova se convirtió en una de sus más leales discípulas e intentó llevar a la práctica sus teorías artísticas de una manera tan fiel que muchas de sus obras han sido atribuidas durante décadas a la mano de su maestro. En ellas se evidencia, además de determinados elementos procedentes de la corriente cubofuturista rusa, un claro interés por el neoprimitivismo y por los pintores del Renacimiento centroeuropeo, como Cranach, El Bosco o Durero. Asimismo, se percibe la huella apocalíptica presente en la obra de artistas alemanes contemporáneos como George Grosz u Otto Dix, que eran muy conocidos en la Rusia de comienzos de la década de 1920.

Tatiana Glebova participó en las exposiciones de Maestros del Arte Analítico y, al igual que el resto de sus miembros, colaboró como ilustradora de numerosas publicaciones infantiles. Desde comienzos de la década de 1930 trabajó en la realización de escenografías teatrales y de ballet, entre las que destacó la representación de la ópera Los maestros cantores de Núremberg, de Wagner, en Leningrado durante 1932.

En 1932 el grupo que lideraba Filónov se disolvió, a pesar de lo cual Glebova continuó próxima a su maestro, aunque por influencia de su marido, el también artista Vladimir Sterligov, comenzó a apreciar la obra de Malévich y de Matiushin y se alejó paulatinamente del estilo expresionista que había adoptado en sus años anteriores.

Durante la Segunda Guerra Mundial fue evacuada a Alma-Ata (hoy Almaty, Kazajistán), donde expuso su obra y diseñó el vestuario de la película Zhambul (1943). En 1949 se celebró una exposición individual de su obra en Leningrado.

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