«Si pinto como un bárbaro, es porque vivimos en una época de bárbaros», afirmaba el artista holandés Karel Appel acerca de su propia obra inmersa en las corrientes informalistas que proliferaron tras el fin de la Segunda Guerra Mundial.

Durante su época de estudiante en la Rijksakademie entre 1940 y 1943, Appel se sintió atraído por la fuerza matérica de los expresionistas alemanes y de Van Gogh. Realizó unas obras de carácter agresivo y provocador y, al mismo tiempo, de una sencillez ligada a lo infantil, que parecían estar conectadas con el espíritu transgresor de los surrealistas. Conoció a Constant y Corneille, con quienes creó el Experimentele Groep en julio de 1948. Ese mismo año firmó en París el manifiesto La Cause est entendue, junto con Asger Jorn, Joseph Noiret y Christian Dotremont, en el que defendían un arte espontáneo y sin reglas, próximo a la manera de crear de los niños o los locos, y que dio origen al movimiento CoBrA.Unos meses más tarde, con motivo de la primera exposición del grupo en Amsterdam, Appel realizó un mural en la cafetería del Ayuntamiento, titulado Niños haciendo preguntas, que causó tal escándalo en la ciudad que fue cubierto durante los diez años siguientes.

En 1950 Appel se trasladó a París donde, gracias al apoyo de Michel Tapié, pudo trabajar con mejores materiales. Las áreas de pintura turbulentas y cargadas de masa fueron ganando protagonismo a los motivos figurativos, de animales y personas, que habían dominado su pintura anteriormente. En 1957 viajó por primera vez a Nueva York, y desde entonces alternó sus estancias en Francia, en un castillo que compró en 1964 en Molesmes, con largas temporadas en los Estados Unidos. Paralelamente su obra comenzó a recibir un amplio reconocimiento internacional y a ser expuesta periódicamente en la galería de Martha Jackson en Nueva York o en el Studio Facchetti de París.

Appel fue un artista incansable que exploró múltiples lenguajes, desde la escultura, la cerámica, la pintura mural, la vidriera o el grabado. Durante su larga carrera artística recibió numerosos reconocimientos y colaboró con artistas de otras disciplinas como el poeta Allen Ginsberg o el coreógrafo Min Tanaka.

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