Pintor de origen alemán, era hijo del escultor Johann Netscher y nieto del alcalde de Heidelberg. A una edad temprana fue mandado a Arnhem para iniciar su formación con Hendrik Coster, pintor poco conocido de naturalezas muertas y retratos. Hacia 1654 se trasladó a Deventer para completar su aprendizaje en el taller de Gerard ter Borch. Tras finalizar sus estudios, alrededor de 1658, se embarcó hacia Italia, pero no llegó más lejos de la ciudad de Burdeos, donde contrajo matrimonio con Margaretha Godijn, y donde residió unos años. La joven familia regresó a los Países Bajos en 1662, estableciéndose en La Haya, donde Caspar Netscher se unió a la sociedad de pintores conocida como «Pictura». En esta etapa ejecutó pequeños cuadros de género, en los que muestra preferencia por los colores oscuros y los temas con personajes de la vida cotidiana, obras que se encuentran bajo la fuerte influencia de Ter Borch. Paulatinamente las escenas de Netscher fueron adquiriendo independencia, y a mediados de la década de 1660 comenzó a elegir temas más pretenciosos, con suntuosos interiores y personajes ricamente vestidos. En sus figuras destacará la representación de materiales como sedas y brocados, probablemente bajo la influencia de los pintores de la escuela de Leiden.

A partir de 1667 el retrato fue ocupando gradualmente un lugar más destacado en su producción. Sus modelos seguirán las pautas elegantes y el porte aristocrático de corte que los seguidores de Anton van Dyck habían puesto de moda en La Haya. En este periodo también hizo pintura de historia. Sin embargo Caspar Netscher mantuvo en ambos géneros el pequeño formato propio de sus escenas de interiores. Fue un retratista de gran renombre, recibió numerosos e importantes encargos, entre otros de Amalia van Solms, viuda del príncipe Federico Enrique. Falleció en La Haya en 1684. Sus hijos Theodorus, Constantijn y Antonie Netscher siguieron sus pasos como retratistas.

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