Pintor dedicado a retratar el lejano Oeste americano, Charles Ferdinand Wimar nació en Alemania y llegó a San Luis, junto a su familia, cuanto tenía quince años. Por entonces, San Luis era el centro del comercio peletero norteamericano, lugar por el que pasaban numerosas personas y objetos provenientes del Oeste, y en el que se respiraba una gran fascinación por todo lo que viniese de aquellas lejanas tierras. Comenzó su formación en el taller de Leon de Pomarede, pintor de origen francés, y le ayudó a realizar alguno de sus panoramas con escenas del Oeste. Tanto su maestro como el ambiente de su ciudad de acogida favorecieron que Wimar decidiese consagrar su obra a este género.

En 1850, como otros pintores de su época, Wimar decidió viajar a Europa, concretamente a Düsseldorf, para completar su formación. La ciudad alemana era uno de los centros artísticos más importantes para los pintores norteamericanos de la época, por encontrarse allí afincado el artista, también estadounidense, Emanuel Leutze. Wimar no tardó en entrar en contacto con otros pintores y hacerse un sitio dentro del ambiente artístico de la región. Su fama creció al ser el único artista dedicado a retratar el Oeste americano en Alemania, a pesar de que, con casi total seguridad, aún no conocía esa zona y que sus escenas estaban basadas en relatos y leyendas.

En 1856 volvió a Estados Unidos. Fue entonces cuando se embarcó en una travesía por el río Missouri con la que llegaría hasta Yellowstone y en la que, por fin, podría observar de primera mano las costumbres y tradiciones de algunas de las tribus indias que habían sido protagonistas de las obras realizadas en Alemania.

A comienzos de la década de 1860 le fue encomendada la realización de unas pinturas murales para el palacio de Justicia de la ciudad de San Luis.Murió en 1862 de tuberculosis, poco después de terminar esta obra.

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