Palma el Viejo, cuyo verdadero nombre era Jacopo Negretti, fue el primer miembro de una familia de pintores activos en Venecia hasta el primer cuarto del siglo XVII. Nació entre 1479 y 1480, en Serina, localidad cercana a Bérgamo, pero en 1510 ya está documentado en Venecia, aunque probablemente se había trasladado allí con anterioridad a esta fecha. En la ciudad lagunar desarrolló toda su carrera artística y residió hasta su muerte, acaecida en 1528. No se conserva documentación sobre su aprendizaje, pero el estilo de sus primerísimas obras indica que pudo formarse con alguno de los artistas bergamascos residentes en Venecia, seguramente con Andrea Previtali. En 1513 ya era miembro de la Scuola di San Marco. A pesar de que ninguna de sus obras está firmada ni fechada, su cronología es fácil de establecer gracias a su característico y personal estilo. En su primera etapa sus pinturas están muy influidas por Giorgione, sin embargo, a partir de 1520 la obra de Tiziano se convierte en su principal modelo.

Palma se especializó en un género que ya había sido tratado por Tiziano: las Sacre Conversazioni, de formato horizontal, donde los personajes, integrados en un amplio paisaje, destacan por su belleza. Algunos de sus mejores ejemplos son La Virgen con el Niño y santos, del Kunsthistorisches Museum de Viena; Sacra Conversazione, del Museo Thyssen-Bornemisza, en Madrid, y La Sagrada Familia con Magdalena y san Juan Bautista niño, conservada en Florencia, en la Galleria degli Uffizi. Otro tema tizianesco al que frecuentemente recurrió fue la representación de figuras femeninas de medio cuerpo, en las que Palma se concentró en el atractivo sensual de la mujer, reduciendo los elementos alegóricos de los óleos de Tiziano. Los dos cuadros más hermosos de esta serie, ambos realizados con la misma modelo, se encuentran en Viena, en el Kunsthistorisches Museum, y en Madrid, en el Museo Thyssen-Bornemisza.

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