Martin Johnson Heade se convirtió en uno de los grandes representantes del luminismo americano. Junto a sus escenas de la costa y los pantanos de Nueva Jersey, Heade fue conocido más tarde por sus paisajes tropicales, las flores y los colibríes que comenzó a pintar a raíz de sus viajes al centro y el sur del continente americano.

Existen al menos otras tres obras de Heade, realizadas entre 1861 y 1863, que representan la costa de Manchester desde Singing Beach. Esta zona alcanzó gran popularidad entre la clase alta de Boston, que la convirtió en su lugar de veraneo. Es probable que el pintor la eligiese por sugerencia de alguno de sus mecenas. En este caso el encuadre da protagonismo al promontorio de Eagle Head, que cierra la playa a la izquierda. Las aguas están salpicadas por veleros, una isla y otros brazos de tierra lejanos. Sobre el mar en calma se reflejan las nubes rosadas del horizonte.

CM

Al contrario de los artistas de la Escuela del río Hudson que, estimulados por las categorías estéticas de lo sublime y lo pintoresco, se centraron en las grandes escenografías naturales repletas de cataratas y grandes formaciones montañosas, Heade nos muestra imágenes sencillas de una naturaleza tranquila y geometrizada, de extensiones llanas y abiertas y aspecto uniforme. El artista muestra un especial interés por la representación de los fenómenos atmosféricos, y sus lienzos, en los que se diferencian la hora del día o la época del año, ponen de manifiesto su extraordinaria sensibilidad para representar los cambios de luminosidad.

Aunque hasta hace bien poco  Playa de Singing, Manchester (Singing Beach, Manchester)  se titulaba erróneamente Spouting Rock, Newport, recientemente se ha descubierto que no representa la playa de esta localidad de Rhode Island, sino una vista de la costa cercana a Manchester. En la década de 1860 Heade visitó frecuentemente Newbury Port, al norte del estado de Massachussets, donde pintó sus célebres pantanos, y desde allí, en alguna ocasión, se trasladó a Manchester, donde realizó al menos cuatro pinturas de la famosa playa de Singing: Singing Beach, Manchester, Amanecer, Crepúsculo, Singing Beach y el paisaje de la colección Thyssen-Bornemisza.

Este conjunto de obras de formato horizontal y composición muy similar sólo se diferencian entre sí por su tamaño y por algunos detalles del primer plano. Las cuatro representan un paisaje muy abierto organizado a base de sucesivos planos paralelos y con la superficie del mar reluciente y sin apenas huellas del pincel. En todas ellas Heade representa una vista de esta playa desde tierra adentro, con la Kettle Island en el horizonte, pero en las pinturas de las colecciones Thyssen- Bornemisza y Karolik aparece además el famoso promontorio denominado Eagle Head en el extremo izquierdo.

Las escenas costeras de Heade, que cultivó principalmente entre 1859 y 1863, suelen responder a dos tipologías diferentes: en la primera, como por ejemplo su Tormenta inminente, las aguas se vuelven sombrías y tenebrosas ante la amenaza de los negros nubarrones que anuncian tormenta y, por el contrario, en la segunda, que utiliza en estos paisajes de Singing Beach, la superficie del mar, apenas agitada por las suaves olas de la marea baja, se vuelve dorada y resplandeciente por la luz rasante de la caída del sol.

Theodore Stebbins, en el catálogo razonado del artista, considera que estas pinturas, iniciadas en el verano de 1861, se acercan a las representaciones del litoral de Nueva Inglaterra de los luministas John Frederick Kensett, Francis A. Silva o Fitz Henry Lane. El mismo autor apunta que en la luminosidad y en la rigurosa geometría del paisaje, también se aproximan al romanticismo alemán y plantea incluso la posibilidad de que Heade pudiera haber visto obras de Friedrich durante sus viajes por Europa en 1848 y 18499.

Paloma Alarcó

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