Bajo un promontorio enmarcado por árboles se divisa el caserío del pequeño puerto pesquero de L´Estaque, próximo a Marsella. Marina. L'Estaque es uno de los escasos lienzos plenamente fauves de Braque. En él destaca el empleo arbitrario del color, con armonías que recorren toda la paleta, al tiempo que dejan a la vista amplias reservas (o parcelas del lienzo sin pintar). Ahora bien, comparado con una obra como La alegría de vivir de Matisse -que posiblemente le sirvió de referente-, Marina. L'Estaque muestra un mayor afán constructivo en la sugestión de planos en profundidad. No en vano Braque marchó a L´Estaque siguiendo los pasos de Cézanne y fue precisamente este último quien, tan sólo un año más tarde, marcaría el giro de su obra hacia el cubismo.

Braque conoció a Matisse con motivo del Salon des Indépendants de 1906. Matisse, que era secretario adjunto del Salon y miembro del comité de accrochage, presentaba La alegría de vivir. Braque presentaba siete obras, que destruyó más tarde. A partir de ese momento se adhirió al grupo de los fauves. En mayo expuso dos obras en la primera exposición del Cercle de l'art moderne, un grupo formado, entre otros, por el propio Braque y Friesz en El Havre, su ciudad natal. En junio Friesz y Braque viajaron a Amberes donde pintaron juntos una serie de paisajes que, por lo que se refiere a Braque, pueden considerarse el comienzo propiamente dicho de su pintura fauve. En octubre Braque y Friesz se trasladaron a L'Estaque, una pequeña población con puerto pesquero situada junto a Marsella, cuyos paisajes habían sido pintados por Cézanne en las últimas décadas del siglo anterior. Allí se quedaron durante el otoño y el comienzo del invierno de 1907.

Marina. L'Estaque es uno de los cuadros que Braque pintó durante esa estancia. Por su tamaño y tema puede relacionarse con El puerto de L'Estaque, obra que se conserva hoy en el Statens Museum for Kunst de Copenhague. La comparación estilística entre ambos cuadros hace pensar que el que aquí nos ocupa debió preceder al de Copenhague. Los árboles que enmarcan la vista del puerto recuerdan la composición de La alegría de vivir. En realidad se trata de un esquema compositivo característico de los paisajes de Claudio de Lorena, con masas de árboles situadas a ambos lados, enmarcando, como bambalinas de teatro, un paisaje lejano en el que la intensidad de la luz difumina el horizonte. Ningún otro paisaje de los pintados por Braque en L'Estaque muestra ese esquema de modo tan claro como el que aquí se comenta, y ninguno está tan cerca de la gran composición de Matisse en la paleta y en el ritmo lineal de las ramas de los árboles.

Braque conservó este cuadro durante mucho tiempo, y era todavía de su propiedad cuando fue incluido, junto a otros seis, en la sala antológica dedicada a los fauves en la Biennale de Venecia de 1950. Los comisarios de la exposición fueron Jean Cassou, Douglas Cooper, Georges Duthuit, Jean Leymarie, Roberto Longhi, C. L. Ragghianti, Arnold Rüdlinger y Denis Sutton.

En la bibliografía reciente este cuadro aparece a veces con el título Paisaje en L'Estaque. El que se da en este catálogo es el mismo que figuró en el catálogo de la Biennale, única ocasión en que fue expuesto en vida de Braque.

Tomàs Llorens
 

Siglo XXPinturaÓleolienzo
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