Este pequeño tondo, atribuido a Holbein por Friedländer, y que por sus dimensiones casi puede ser considerado una miniatura, retrata a uno de los patronos del pintor durante su segundo viaje a Londres en el verano de 1532, Thomas Cromwell. Hans Holbein alentado por el deseo de convertirse en pintor de corte de Enrique VIII, continuó en esta etapa realizando retratos, siendo sus principales clientes los comerciantes alemanes.

Esta obra ha estado considerada durante mucho tiempo como autógrafa del artista alemán. Por su formato y dimensiones, se ha pensado que tal vez hubiera sido parte de una decoración con medallones de un cofrecillo o de una arqueta. Thomas Cromwell fue un personaje importante en la corte de Enrique VIII donde desempeñó varios cargos hasta que, en 1534, se convirtió en secretario del monarca inglés y, en 1539, fue nombrado canciller y conde de Essex. Representado de busto y casi de perfil, con la cabeza cubierta, y ropas rematadas en piel, el retratado dirige su mirada a la izquierda. Se ha relacionado con la tabla de Thomas Cromwell de la Frick Collection de Nueva York, fechada hacia 1533-1534, donde el personaje, con gesto severo, está sentado en un banco ante una mesa.

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Hans Holbein está documentado en Inglaterra en el verano de 1532. En esta etapa continuó con los retratos, siendo sus principales clientes en esos difíciles momentos comerciantes alemanes. Precisamente de esos primeros años es una de sus obras maestras, Los embajadores, de 1533, en la National Gallery de Londres, tabla en la que se representa al embajador francés Jean de Dinteville y a Georges de Selve. En ese año de 1533 también se fecha el retrato de uno de sus primeros clientes británicos, el de Robert Cheseman, conservado en la Mauritshuis de La Haya, en el que el noble aparece en un formato apaisado, con fondo azul, sosteniendo en una de sus manos un halcón que acaricia con la otra. Hacia 1533-1534 se ha datado la tabla de Thomas Cromwell de la Frick Collection de Nueva York, donde el personaje, con gesto severo, está sentado en un banco ante una mesa con papeles, un libro y una pluma, entre otros objetos. Cromwell viste un abrigo con cuello de piel y cubre su cabeza con un gorro. Como ambientación para este retrato Holbein escogió grandes planos de color, como el azul de la tela del muro, el ocre de la madera y el verde del tapete que cubre la mesa.

Este tondo con la imagen de Thomas Cromwell es una reproducción abreviada de ese retrato de la Frick que, además, sigue con bastante exactitud. El rostro mira a la izquierda, de más de medio perfil, y lleva un cabello muy recortado sobre el que se repite el gorro; la pieza de piel que cubre su cuello es, sin embargo, más estrecha que la de la imagen de la Frick Collection. El fondo en este tondo también se ha simplificado y en él se reproduce sólo el colorido de la tela de la pintura de Nueva York. Al comparar estas dos obras, la falta de precisión en el modelado y la gran diferencia de calidad hicieron prudente considerar el tondo como una obra atribuida a Hans Holbein.

Este tipo de miniaturas, donde se representan retratos de busto o de medio cuerpo, empezó a practicarse en la corte francesa de Francisco I, y fue un artista vinculado a ella, Jean Clouet, uno de los pintores que popularizó el formato, que, según parece, llegó a Inglaterra en torno a 1526; Lucas Cranach también lo incluyó en su repertorio para algunos miembros de la casa de Sajonia. Holbein usó estos pequeños tondos para el retrato de Melanchthon, de la Niedersächsische Landesgalerie de Hannover, para el de Erasmo en Basilea, así como para una serie de personajes de la corte inglesa conservados muchos de ellos en la colección real británica, en Windsor.

El tondo con el retrato de Thomas Cromwell pertenece a la colección Thyssen-Bornemisza desde 1978. Los datos más antiguos que se conocen sobre su procedencia lo vinculan a Gran Bretaña. Allí estuvo en Leicester y luego en Londres, en la colección de Colin Agnew. El retrato pasó después a Nueva York, a la Art Gallery Seligmann y a la colección Crispo, último propietario antes de llegar a Villa Favorita.

Thomas Cromwell (Putney, 1485-Londres, 1540) trabajó para Thomas Wolsey y, a su muerte, entró al servicio de Enrique VIII. Desempeñó varios cargos hasta que, en 1534, se convirtió en secretario del monarca inglés, y en 1539 fue nombrado canciller y conde de Essex. Cromwell representó un papel importante en el matrimonio de Enrique VIII con Ana de Cleves. Murió decapitado en la torre de Londres el 28 de julio de 1540.

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