El artista inició su formación en 1814 cuando entró de aprendiz en la Königliche Porzellan-Manufaktur (Real Fábrica de Porcelana) de Berlín. Su formación incluía el dibujo de perspectiva, que utilizaría posteriormente para pintar modelos de vistas y diseños decorativos en las piezas de porcelana. Las dificultades económicas con las que se encontró la fábrica de porcelana lo indujeron a pasarse en 1822 al taller de Carl Gropius, famoso decorador de teatro y amigo de Schinkel. Gracias a Gropius, Gaertner consiguió su primer encargo real:
para Federico Guillermo III, reprodujo algunas estancias de los reales sitios de Berlín. Entre 1825 y 1828 viajó a París para ampliar su formación artística. Las obras que hizo en la capital francesa ponen de manifiesto la influencia de los acuarelistas ingleses al tiempo que revelan que ya había alcanzado su madurez e individualidad artísticas. Durante la década de 1830 Gaertner se dedicó básicamente a pintar vistas de Berlín. Desde 1837 hasta 1839 viajó frecuentemente a Moscú y San Petersburgo, en una época en la que las cortes de Rusia y Prusia tenían unas relaciones particularmente estrechas, debido en parte a que la esposa del zar, Alexandra Fedorovna, era hija de Federico Guillermo III. Las acuarelas y óleos que pintó en San Petersburgo y Moscú se cuentan entre las vistas más pintorescas del siglo XIX de estas dos ciudades rusas. Después de la muerte de Federico Guillermo III, su principal mecenas y protector, Gaertner viajó por diferentes partes de Alemania: lo que hoy es la República Checa, Polonia, Pomerania y Prusia oriental. En todas estas regiones encontró nuevos temas de inspiración, de tal modo que, a partir de 1840, fue añadiendo a su repertorio vistas de famosos edificios medievales y otros paisajes. Al mismo tiempo, su pintura se fue haciendo más inmediata, logrando con la iluminación de sus escenas ambientes más emotivos o dramáticos. Gaertner no fue capaz de adaptarse al cambio de gustos de la década de 1860 y, hacia 1870, se retiró a Zechlin, en la marca o región de Brandemburgo, al norte de Berlín, donde murió en 1877.
Gaertner es uno de los principales pintores berlineses de vistas urbanas del siglo XIX. Su cuidadosa observación del detalle, su sensibilidad ante la vida y los acontecimientos sociales de su época y la velada transparencia de su pincelada confieren a sus cuadros gran claridad analítica. Este realismo documental, rasgo predominante del arte berlinés, hallaría su expresión más rotunda en el mundo de Adolph Menzel.

Sybille Gramlich

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