Gabriele Münter fue una de las pocas figuras femeninas vinculadas al desarrollo del expresionismo alemán. Alumna, colaboradora y compañera sentimental de Wassily Kandinsky durante los años previos a la Primera Guerra Mundial, participó activamente en diversos movimientos artísticos muniqueses como Der Blaue Reiter (El Jinete Azul). Se formó en la Malschule für Damen, la escuela de dibujo para mujeres de Düsseldorf, en 1897 y después, en 1901, en la escuela Phalanx, donde tuvo como maestro a Kandinsky. Junto a él visitó Túnez, Bélgica, Italia y Austria, para volver a Berlín en 1908 y establecerse finalmente en Múnich. En 1909 compró una casa en el pueblo bávaro de Murnau, que se convirtió, los veranos siguientes, en punto de encuentro con Kandinsky, Alexej von Jawlensky y Marianne Werefkin. En Murnau el arte de Münter evolucionó hacia la simplificación de la forma, influida por las experiencias de sus compañeros y por el descubrimiento de las pinturas sobre cristal típicas de esa zona de Baviera.

Tras participar durante 1909 y 1910 en las exposiciones de la Neue Künstlervereinigung de Múnich, abandonó esta asociación a la vez que Kandinsky y Franz Marc para participar en las exposiciones y la creación del almanaque de Der Blaue Reiter. En 1914, con motivo del comienzo de la Primera Guerra Mundial, Münter se trasladó con Kandinsky a Suiza y después, ya en solitario, a Copenhague.

La relación con Kandinsky finalizaría poco después. Concluida la guerra, Münter regresó a Murnau que sería desde entonces su lugar de residencia. En 1927 conoció al filósofo e historiador del arte Johannes Eichner, al que permaneció unida hasta la muerte de éste. Cuando tras la Segunda Guerra Mundial surgió un renovado interés por el expresionismo alemán, se comenzó a reivindicar la relevancia de esta artista.

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