Gabriele Münter
Autorretrato
hacia 1908
Óleo sobre cartón.
49 x 33,6 cm
Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid
Nº INV.
688
(1985.17
)
Sala 35
Planta primera
Colección permanente
Aunque la relación sentimental que mantuvo con Wassily Kandinsky de 1902 a 1914 eclipsó en parte su personalidad artística, Gabriele Münter desempeñó un papel fundamental en el desarrollo del expresionismo alemán de comienzos del siglo XX. Ambos artistas, junto a Jawlensky y Marianne von Werefkin, entre otros, fundaron la Neue Künstlervereinigung München (NKVM) y, poco después, Der Blaue Reiter (El Jinete Azul), pioneros del expresionismo vanguardista alemán.
El retrato siempre sería uno de los temas esenciales de la producción artística de Münter. Como podemos apreciar en este autorretrato, fechado hacia 1908, cuando contaba con algo más de treinta años, la pintora se sintió especialmente interesada en la captación de los estados de ánimo. Utiliza una estética cercana al impresionismo tardío, más empastado y expresivo, que anuncia su estilo expresionista de madurez.
Este autorretrato, que conservó la artista toda su vida, pasó a la Gabriele Münter-und Johannes Eichner-Stiftung, que gestionaba la paulatina venta de su Sucesión. En 1970 fue vendido a la Kunsthandlung Franz Resch de Gauting y de ahí, a través de la Galerie Wolfgang Ketterer de Múnich, pasó al gran coleccionista de arte expresionista alemán Robert Gore Rifkind antes de llegar a la colección Thyssen-Bornemisza.
Paloma Alarcó
El retrato siempre sería uno de los temas esenciales de la producción artística de Münter. Como podemos apreciar en este autorretrato, fechado hacia 1908, cuando contaba con algo más de treinta años, la pintora se sintió especialmente interesada en la captación de los estados de ánimo. Utiliza una estética cercana al impresionismo tardío, más empastado y expresivo, que anuncia su estilo expresionista de madurez.
Este autorretrato, que conservó la artista toda su vida, pasó a la Gabriele Münter-und Johannes Eichner-Stiftung, que gestionaba la paulatina venta de su Sucesión. En 1970 fue vendido a la Kunsthandlung Franz Resch de Gauting y de ahí, a través de la Galerie Wolfgang Ketterer de Múnich, pasó al gran coleccionista de arte expresionista alemán Robert Gore Rifkind antes de llegar a la colección Thyssen-Bornemisza.
Paloma Alarcó