Darío de Regoyos y Valdés nació en Ribadesella (Asturias) en 1857 y murió en Barcelona en 1913. Pasó su infancia y adolescencia en Madrid. Su formación artística se inició en 1877 como alumno de Carlos de Haes en la asignatura Paisaje en la que recibió clases de dibujo paisajístico.

Su inquietud por conocer el extranjero y los movimientos artísticos que allí se estaban desarrollando, le hizo aprovechar la estancia de sus amigos en Bruselas, los músicos Isaac Albéniz y Enrique Fernández Arbós, para desplazarse a esa ciudad en 1879.
Aconsejado por Carlos de Haes, en Bruselas se puso en contacto con el que fuera su maestro años atrás, el pintor belga Joseph Quinaux (1822-1895). Regoyos recibió clases en su estudio durante dos años, convirtiéndose Quinaux en su verdadero maestro, como el mismo Regoyos reconocería años más tarde. Al mismo tiempo se matriculó en la École Royale des Beaux-Arts de Bruselas, en la asignatura Dessin d'Après la TÃte Antique, cuyo profesor era Van Sevendonck.
Regoyos se formó como pintor en Bélgica, donde permaneció largos períodos hasta la década de 1890. En 1881 pasó a formar parte del círculo L'Essor, uniéndose al grupo de artistas que más tarde, en 1883, fundaría el singular y hoy muy valorado círculo de Les XX, siendo el único miembro fundador que no tenía nacionalidad belga. Este último grupo fue disuelto en el año 1893 al considerar sus miembros que habían alcanzado su objetivo principal: «La aceptación del arte libre en Bélgica».

El estilo pictórico de Regoyos fue completándose por la continua comunicación con sus amigos artistas, entre los que se hallaban los pintores: Camille Pissarro, Whistler, Seurat, Signac, Ensor, Van Rysselberghe, etc., y el poeta Émile Verhaeren, con quien colaboró en la publicación de La España negra y viajó por España, Francia e Italia.

Su pintura atravesó diversas etapas: la primera, más conectada con el período belga, en la que aparecen frecuentemente retratos; la segunda, denominada Serie de La España negra, es una etapa más filosófica o presimbolista; y la tercera, constituye la parte más conocida popularmente, cuya factura y paleta son más próximas a las impresionistas.

Regoyos participó en exposiciones colectivas mayoritariamente, en las que se propugnaba la libertad en el arte. Expuso en Francia (frecuentemente en los Indépendants de París y en las Galeries Durand-Ruel), en Bélgica, Alemania, Holanda, Italia, Reino Unido, México y Argentina.
En España expuso en Madrid, Barcelona, Bilbao y San Sebastián. En las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes fue relegado frecuentemente a la denominada «Sala del Crimen» por «impresionista». Su fallecimiento cuando iba a cumplir los 57 años le impidió ver cómo su esfuerzo por vencer el dominio del academicismo, finalmente, era comprendido, realizándose ocho años después un homenaje póstumo en las salas de la Biblioteca Nacional en Madrid.

Juan San Nicolás

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