Pintor de composiciones religiosas y retratos, activo en los Países Bajos pero de origen italiano. La primera información que de él tenemos es de 1518, cuando adquirió la ciudadanía en Brujas. Al año siguiente ya está inscrito como maestro independiente en el gremio de pintores y guarnicioneros de la ciudad, en cuyos registros se añadió que era oriundo de Lombardía. Inicialmente trabajó como ayudante en el estudio de Gerard David, quien ejerció una gran influencia en su estilo y con quien mantuvo un litigio. Atraído por Brujas, por su reputación artística y comercial, Benson gozó en la ciudad de prestigio y fama como pintor, y jugó un importante papel social, ocupando puestos de responsabilidad tanto en el Ayuntamiento como en el gremio de pintores. Dirigió un activo taller, y entre sus discípulos se encuentran Joachim Spaers, Jacob Vinson y dos de sus hijos: Jan y Willem Benson.

A pesar de toda la información biográfica que de él se conserva, no existen documentos que confirmen la autoría de sus obras. Muchas de ellas fueron enviadas a España, donde Justi, en 1886, las agrupó siendo atribuidas al Maestro de Segovia. Posteriormente se descubrió en el retablo de San Antonio de Padua, conservado en Bruselas en el Musées Royaux des Beaux Arts de Belgique, el monograma A4B. Friedländer asoció esta obra con La Sagrada Familia, en una colección privada, en la que aparece el mismo monograma, e investigó en los archivos de Brujas de la primera mitad del siglo XVI, llegando a la conclusión de que las iniciales «AB» sólo podían pertenecer a Ambrosius Benson. El hecho de que gran parte de la producción de Benson se encuentre en España se explica gracias a las rutas mercantiles del siglo XVI y, especialmente, a la buena relación comercial entre ambos países, ya que no está documentado ningún viaje del artista a la Península Ibérica.

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