Durante las primera décadas del siglo XX Rusia experimentó un importante renacimiento cultural tanto en las artes visuales como en la literatura y el teatro. El objetivo del simposio internacional Un laboratorio de formas. La experimentación artística y las Vanguardias rusas, dirigido por el profesor John Bowlt, fue centrar la atención en algunos de los asuntos más relevantes relativos a la exposición Vanguardias rusas que se presentó en el Museo Thyssen-Bornemisza y en la Fundación Caja Madrid del 14 de febrero al 14 de mayo de 2006.

Durante dos días, una serie de historiadores rusos, europeos y norteamericanos disertaron sobre un amplio conjunto de temas desde la abstracción pictórica, la escenografía teatral o los inventos tecnológicos y sobre la trascendencia historiográfica de artistas como Chagall, Filonov, Kandinsky, Malévich y Talin para los movimientos experimentales, tales como el simbolismo, el cubismo, el futurismo y el constructivismo. El resultado de esta combinación de fuerzas ofreció un contexto muy valioso para una mejor apreciación de la vanguardia rusa, uno de los movimientos estéticos e intelectuales fundamentales de la era moderna.