Patrick Henry Bruce nació en Estados Unidos, pero residió en París durante más de treinta años y se relacionó con importantes figuras de la vanguardia artística europea.

En 1902 comenzó su formación como pintor en la New York School of Art de la mano de Robert Henri y William Merritt Chase, del que tomó el gusto por el bodegón, género al que permanecería ligado durante el resto de su vida. A finales de 1903 se trasladó a París y colaboró con Sarah Stein en la creación de la Académie Matisse, que abrió sus puertas en enero de 1908. El contacto con Henri Matisse y el interés por la obra de Paul Cézanne hicieron que a partir de ese momento su obra se transformase. En 1912 conoció a Sonia y Robert Delaunay, con los que mantuvo una fructífera relación amistosa que dejó huellas orfistas en su producción artística.

Aunque Bruce no se asoció explícitamente a ninguna escuela, en numerosas ocasiones se le ha relacionado con la corriente sincronista encabezada por Stanton MacDonald-Wright y Morgan Russell, pintores también norteamericanos afincados en París que, de manera similar a los orfistas, combinaban un gran interés por el color con elementos formales herederos del cubismo. En 1913, antes de que estallase la Primera Guerra Mundial, su obra fue expuesta en el Armory Show de Nueva York, el Salon des Indépendants y el Erster Deutscher Herbstsalon de Herwarth Walden en Berlín. Desde finales de la década de 1910, sus bodegones se centraron en representar geométricamente temas arquitectónicos.

Durante la década de 1920 Bruce llegó a la conclusión de que su producción artística no era comprendida y se convenció de que esta situación no iba a cambiar. Como consecuencia, se encerró cada vez más en sí mismo, destruyó gran parte de su obra y desde 1928 expuso cada vez menos. En 1936 volvió a Nueva York, lugar en el que se suicidó pocos meses después.

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