El orfebre ha elegido para el cuerpo de esta copa una fruta exótica, que ha ensamblado y enriquecido con oro. Sus tres planos rectangulares están decorados con relieves que representan escenas del Antiguo y Nuevo Testamento relativos a la sed y como saciarla: la embriaguez de Lot, Moisés extrayendo agua de una roca, y Cristo y la samaritana. Predominan las decoraciones vegetales con la representación de tres figuras grotescas que rodean el estriado cilindro bajo el cáliz. La parte superior del coco recortada sirve de tapa, y está coronada por una figura femenina que sostiene una esfera o manzana, quizá en alusión a Venus. La copa pudo entrar a formar parte de la colección hacia 1970.