Charles Burchfield, pintor estadounidense, estudió en la Cleveland School of Art desde 1912. En 1916 recibió una beca para estudiar en la National Academy of Design de Nueva York, pero la abandonó tras un solo día de asistencia y regresó a Salem (Ohio), la ciudad en la que había crecido. Ya en sus comienzos mostró predilección por la acuarela en unas obras en las que dejaba fluir su fantasía con total libertad. El color arbitrario se unía a temas relacionados con su infancia o con su admiración por la naturaleza. Desde este momento, Burchfield desarrolló un estilo personal, independiente de las innovaciones del arte europeo.

Tras servir en el ejército en 1918 y principios de 1919, Burchfield trabajó para la empresa de papeles pintados M. H. Birge & Sons de Buffalo (Nueva York) hasta finales de la década de 1920. En 1925 se instaló en Gardenville, a las afueras de Buffalo, donde residió el resto de su vida. Con el traslado a esta ciudad, su arte se volvió más realista y Burchfield se centró en captar la arquitectura y la industria de los alrededores. El formato de sus obras aumentó y, aunque la acuarela continuó siendo su medio de expresión preferido, la manera de aplicarla, a base de pinceladas superpuestas, hizo que la superficie pictórica tuviera una mayor densidad y que perdiese parte de su carácter etéreo.

En torno a 1943 reapareció el gusto por representar los mundos fantásticos de sus primeras obras. Reelaboró algunos de los antiguos temas y se centró en la representación de unos paisajes en los que reflejaba la espiritualidad que él atribuía a la naturaleza. Por este sentido panteísta se le considera sucesor y último representante de la escuela de paisajistas americanos del siglo XIX.

Obras