Sobre la vida de este pintor, reconstruida en el siglo XX, quedan bastantes lagunas por completar, entre ellas los años de su formación y primeros trabajos. Se sabe que su familia era oriunda de Brescia, donde Ceruti está documentado en 1711 y 1721. El primer encargo al pintor que se conoce es una decoración religiosa para la parroquia de Rino di Sonico, finalizada en 1723. Al año siguiente firmó un grupo de retratos de altos dignatarios de Brescia, ciudad donde se instaló entre 1726 y 1728 para llevar a cabo la decoración del Palazzo Broletto, residencia del gobernador. Ése es también el momento establecido para fechar los encargos que realizó para la familia Avogadro, sus telas de mendigos, un género al que dio una orientación novedosa si se toma como referencia el estándar de su época. Parte de esas pinturas se encuentran todavía en Brescia y se consideran lo más llamativo de su producción. Entre ellas están La lavandera y Dos mendigos (Dos desgraciados), conservadas en la Pinacoteca Tosio Martinengo. Entre 1734 y 1739 trabajó por el Véneto. En 1736 está documentado un pago al pintor del mariscal Schulenburg, entre cuyas pinturas se hallaba la obra Grupo de mendigos de la colección Thyssen-Bornemisza. De 1737 a 1738 estuvo trabajando en la iglesia de Santa Lucia de Padua, ciudad a la que regresó un año más tarde. Entre 1742 y 1743 se instaló en Milán, donde continuó realizando obras religiosas y retratos. Pese a su numerosa producción con historias sagradas y santos, el verdadero interés de Ceruti se encuentra en sus lienzos con mendigos.

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