Nacido en Niendorf, Holstein, Christian Rohlfs ingresó en la Großherzogliche Kunstschule de Weimar en 1870. Tras problemas de salud derivados de un accidente infantil, en 1874 retomó sus estudios con Ferdinand Schauss y Alexandre Struys. En Weimar, Rohlfs recibió una enseñanza fuertemente académica que habría de pesar durante años en su trayectoria artística. En la década de 1860 realizó varios viajes a París donde conoció la obra de los pintores de la Escuela de Barbizon, aunque sus paisajes plenairistas de comienzos de los ochenta conservan todavía los grandes formatos de la pintura de historia. Finalizados sus estudios en 1884, Rohlfs comenzó a liberar su paleta, renunciando al empleo del negro y utilizando una técnica cada vez más abreviada.

El giro decisivo de su pintura se produjo en 1900, cuando, a través de Henry van de Velde, conoció a Karl Ernst Osthaus. Mecenas y coleccionista, Osthaus poseía un importante conjunto de obras de arte moderno y primitivo -incluidas pinturas de Monet, Signac, Cézanne, Gauguin y Van Gogh-, que Rohlfs pudo contemplar. En 1901, cuando Osthaus inauguró su museo privado -el Folkwang Museum- en Hagen, invitó a Rohlfs y le propuso impartir clases de pintura en una academia anexa al museo, proyecto que más tarde no se llevó a efecto. Al contacto con el arte moderno, Rohlfs emprendió por aquellos años sus primeras obras puntillistas. Hacia 1905 trabó amistad con Emil Nolde, quien le dio a conocer la obra de los artistas de Brücke. Juntos trabajaron en Soest -en las proximidades de Hagen- en el verano de 1906, donde Rohlfs realizó sus primeras obras expresionistas. En 1907 Rohlfs ingresó en el Sonderbund Westdeutscher Kunstfreunde und Künstler, presidida por Osthaus, y en 1911 entró a formar parte de la Neue Berliner Secession. Durante esos años Rohlfs alcanzó su madurez artística, llevando a cabo composiciones con figuras de gruesos contornos angulosos y vivos colores transparentes.

La Primera Guerra Mundial supuso para Rohlfs un período de pesimismo y abatimiento, acosado por la enfermedad y la sordera. Hacen su aparición por entonces cuadros de temática religiosa, ausente en su pintura anterior. Pasada la contienda bélica, se inicia un nuevo período de afirmación vital y optimismo en su obra, con pinturas de flores. Asimismo, la densidad del óleo cede paso a otras técnicas, como la témpera y la acuarela. En 1929 se inauguró en Hagen el Christian Rohlfs-Museum. Como el resto de los expresionistas alemanes, Rohlfs sufrió el acoso nazi en los años treinta. En 1937 su pintura fue declarada degenerada y se le prohibió pintar y exponer, al tiempo que cuatrocientas doce obras suyas fueron confiscadas de los museos alemanes. Christian Rohlfs murió en Hagen, el 8 de enero de 1938.

Juan Á. López-Manzanares

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