Karl Schmidt fue uno de los protagonistas del primer movimiento pictórico expresionista alemán. En la Escuela de Chemnitz coincidió con Erich Heckel y, en 1905, siguió sus pasos y se trasladó a la ciudad de Dresde para estudiar arquitectura y pintar de forma autodidacta. Junto a Heckel, Ernst Ludwig Kirchner y Fritz Bleyl creó en 1905 el grupo expresionista Die Brücke (El Puente), con la intención de buscar un nuevo lenguaje pictórico que rompiera con el pasado. Fue entonces cuando el joven Karl Schmidt añadió a su nombre el de su lugar de nacimiento y se convirtió en Schmidt-Rottluff. En los veranos de 1907 y de 1912 fue con Heckel a pintar a Dangast, y en 1911 siguió a sus compañeros en su traslado a Berlín, donde residió el resto de su vida.

Durante la Primera Guerra Mundial combatió en el frente ruso. Con la llegada del nazismo al poder su reconocimiento se eclipsó, y en 1937 pasó a ser considerado un «artista degenerado». Fue expulsado de la Reichskammer der Bildenden Künste, sus cuadros se retiraron de los museos y se prohibió exhibir su obra. Durante estos años de obligado exilio interior, pasó largas temporadas en el lago de Leba, en la Pomerania Oriental, donde realizó numerosas acuarelas.

Durante la Segunda Guerra Mundial su estudio fue destruido, por lo que gran parte de su obra se perdió. En 1947 fue contratado como profesor de la Hochschule für Bildende Künste de Berlín Occidental desde donde ejerció una importante influencia en las nuevas generaciones de pintores. En 1964 fue el principal promotor del Brücke-Museum de Berlín, que se inauguró en 1967 con obras donadas por los componentes de Die Brücke.

Su estilo expresionista, de pincelada vigorosa y brillante colorido, evolucionó desde un primer periodo bajo la influencia de Van Gogh hacia formas más planas y sintéticas. Como sus compañeros, realizó numerosas xilografías y fue el primero de ellos en experimentar asimismo con la litografía.

Obras