Pintor y grabador alemán, nació entre 1465 y 1470. Su familia procedía de Wertingen, al noroeste de Augsburgo, y es posible que su formación tuviera lugar en la citada ciudad o bien en Múnich, en el entorno de Jan Polack. Colaboró con el pintor y diseñador de vidrieras Sigmund Gleismüller. En 1491 adquirió la ciudadanía de Landshut, lo que ha llevado pensar que por aquel entonces tuviera ya la categoría de maestro.

Su primera obra conocida es La leyenda de san Segismundo, de 1498, para la catedral de Freising. En esta pintura encontramos huellas del gótico final en el colorido y en el tratamiento de las figuras, con cuerpos angulares y cabezas algo alargadas, así como un interés por lo anecdótico. Realizó también una serie de trabajos para el conde palatino Felipe y para el elector Federico de Sajonia, que desgraciadamente no han llegado a nuestros días. A partir de 1515 su taller recibió una gran cantidad de encargos, no sólo retablos, sino también diseños para vidrieras, bocetos para grabados, miniaturas para misales, frescos y tablas exentas. Su estilo fue evolucionando por la influencia de Durero, Altdorfer y la Escuela del Danubio, suavizándose el colorido y cobrando cada vez más importancia el paisaje, como se aprecia en sus retratos. Trabajó como pintor de corte para el duque Luis X de Baviera-Landshut. Entre sus retratos destaca el del Príncipeobispo Felipe de Freising, en la Alte Pinakothek de Múnich. Dos series de pinturas con los meses y las estaciones del año, la mayoría de ellas en el Germanisches Nationalmuseum de Núremberg, se consideran sus obras maestras, siendo, además, un claro exponente de su evolución artística. Murió en 1533 en Landshut, y dejó un importante referente en toda la producción artística regional.

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