Famoso por sus grandes desnudos femeninos, el pintor Tom Wesselmann estuvo ligado a la sensibilidad artística que a comienzos de la década de los sesenta dominó el panorama artístico estadounidense y que se denominó pop art. La primera aproximación de Wesselmann al mundo del arte se produjo cuando fue llamado a filas en 1952 con motivo de la guerra de Corea y, durante su destino en Kansas, realizó una serie de tiras cómicas en las que criticaba la vida militar. En 1954 reanudó sus estudios de psicología en la University of Cincinnati y en 1956, tras licenciarse, decidió dedicarse profesionalmente al cómic y se trasladó a Nueva York. Allí estudió en la Cooper Union School of Art and Architecture y finalmente, tras su graduación, Wesselmann tomó la determinación de dedicarse a la pintura.

Sus inicios como pintor estuvieron marcados por la influencia de Willem de Kooning y su interés en hallar una nueva aproximación a los objetos reales. Posteriormente en su obra se dejó sentir el influjo de la obra de Matisse, Van Gogh o Modigliani. Los collages de esta época, en los que usaba recortes de anuncios publicitarios, representaban desnudos femeninos o bodegones, que ya prefiguraban los dos grandes temas que se repitieron a lo largo de su vida. En 1961, fecha en que la Tanager Gallery expuso su obra por primera vez, Wesselmann comenzó su serie de Grandes desnudos americanos. En estos desnudos femeninos, de grandes dimensiones y colores intensos, el artista evitaba los detalles y convertía así la representación del cuerpo de la mujer en un símbolo sexual despersonalizado. A lo largo de su carrera, el erotismo de estas imágenes fue haciéndose cada vez más evidente.

En 1980 escribió una autobiografía que firmó con el pseudónimo de Slim Stealingworth.

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