1 de mayo: museo cerrado.

El principal objetivo de esta exposición es presentar una imagen completa de la trayectoria artística de Braque que sea al mismo tiempo elocuente de su papel como uno de los pintores esenciales del siglo XX. Para ello se ha logrado reunir un conjunto de sesenta obras de la mayor calidad que proceden de museos y colecciones particulares de todo el mundo: Statens Museum for Kunst (Copenhague), Staatsgalerie (Stuttgart), Tate (Londres), Centre Georges Pompidou (París), Musée de Grenoble, Musée Picasso (París), Colección Paule y Adrien Maeght, Museo de Arte Contemporáneo de Caracas Sofía Imber, The Menil Collection (Houston), Fondation Margerite et Aimé Maeght, etc. En su trayectoria artística destaca, sin duda, la invención, junto con Picasso, del cubismo, uno de los capítulos más importantes del arte moderno. Junto a ello, la creación y experimentación de nuevas técnicas, como el papier collé o las palabras pintadas, su constante reinterpretación de los grandes géneros de la pintura clásica, principalmente el paisaje y el bodegón y, sobre todo, las soluciones que plantea a las que fueron sus dos grandes obsesiones: la fusión de las cosas con su entorno y la transcripción de la solidez del espacio, han marcado también hitos importantes en la historia del arte del siglo XX dejando una huella evidente en numerosos artistas contemporáneos.