La segunda exposición de fotografía celebrada en el museo ofreció durante los meses de verano de 1998 un conjunto de veinte trabajos realizados por Alberto Schommer en las salas del Palacio de Villahermosa. Las imágenes, realizadas como suele ser habitual en Schommer en blanco y negro, recogían la visión personal del artista sobre los visitantes del museo y sobre las obras de arte que alberga. La mirada y la obra se interrelacionaron creando, a su vez, una obra nueva y diferente, en la que tienen cabida los juegos de luz, la magia y el misterio. La muestra, instalada en el hall central del museo y con acceso gratuito, estuvo enmarcada en el primer Festival Internacional de Fotografía organizado por PhotoEspaña, que tuvo lugar en diversos espacios culturales situados en el eje de la Castellana.