Perteneció a una familia de pintores y fue uno de los representantes más destacados de la escuela de Ferrara. Se formó con Ercole de’ Roberti. En 1483 se estableció en Bolonia, donde se convirtió en el artista favorito de Giovanni II Bentivoglio. Allí permaneció hasta 1506. Un año después se trasladó a Mantua y fue pintor en la corte de los Gonzaga, sucediendo a Andrea Mantegna. La mayor parte de sus obras han sido identificadas en el siglo XX por Roberto Longhi (1934). En su estilo se aprecia la huella de Ercole de’ Roberti y Cosmè Tura, así como la de Francesco Francia, con quien mantuvo una estrecha relación, fruto de la cual fue la colaboración de ambos en varios proyectos. Viajó a la Toscana y a Umbría en 1490; a partir de entonces presta una mayor atención a los aspectos formales y en su pintura se detecta la huella de Perugino y Filippino Lippi.

Su primera obra documentada es La familia de Giovanni Bentivoglio, en San Giacomo Maggiore de Bolonia, donde el grupo aparece arrodillado ante la Virgen. Para esta misma familia pintó otras obras para su capilla en ese mismo templo, donde destacan los frescos que representan El triunfo de la Fortuna y El triunfo de la Muerte. Desde 1491 trabajó con Francesco Francia en San Petronio, Bolonia, siendo su último trabajo para esta iglesia el retablo de la capilla Rossi (1492) con representaciones de la Virgen y el Niño, san Sebastián, san Jaime, san Jerónimo y san Jorge. También pertenece a esta etapa Un concierto, en la National Gallery de Londres. En 1504, Isabella d’Este, marquesa de Mantua, le encargó que pintara una alegoría para su studiolo, actualmente en el Musée du Louvre de París. En la corte de los Gonzaga realizó numerosos retratos, de los que todavía se conservan algunos, como el de Battista Fiera, en la National Gallery de Londres. Su última obra conocida, firmada y fechada en 1525, es La Virgen en el trono con santos, en San Andrea de Mantua. Murió en esta ciudad el 5 de marzo de 1535.

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