Se trata de uno de los pintores mejor documentados del siglo XVI, gracias a su Libro di spese diverse, a las cartas dirigidas al Consorzio della Misericordia Maggiore, en Bérgamo, y al hecho de haber firmado y fechado todas sus obras. Trabajó en Treviso, Las Marcas, Bérgamo y Venecia. Se formó en esta última ciudad, posiblemente en el taller de Alvise Vivarini o con Giovanni Bellini. Asimiló la obra de los artistas del norte de Italia, Giorgione y Tiziano, así como del norte de Europa, Durero y Holbein. También recibió la herencia de Rafael, con quien trabajó en el Vaticano. Pintó obras de carácter religioso y mitológico, aunque fueron muy famosos sus retratos. Gran innovador en este género, utilizó, por vez primera, el busto de tres cuartos e introdujo variaciones en el diseño y la composición al emplear un formato horizontal. Asimismo, incorporó el estudio psicológico y el uso de simbolismos y alegorías aun hoy difíciles de descifrar. En 1506 está documentado en Recanati, donde realizó el políptico de La Virgen y el Niño con santo, hoy en la Pinacoteca Comunale de esta ciudad. En 1508, llamado por el papa Julio II, marchó a Roma para trabajar en el Vaticano. En 1513 llevó a cabo la Pala Martinengo en la iglesia de San Bartolomeo; también completó un ciclo al fresco para el oratorio Suardi, en Trescore, y el retablo de San Antonino para la iglesia de Santi Giovanni e Paolo, en Venecia. Además, pintó retratos y obras de pequeño formato para particulares, como el Retrato de Andrea Odoni (Londres, Hampton Court, Royal Collection).

En 1554 ingresó como hermano en la comunidad religiosa de la Santa Casa de Loreto, donde permaneció hasta su muerte. Fue un artista olvidado hasta que Berenson, en 1895, publicó una primera monografía reconstruyendo su trayectoria artística.

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