Pintor italiano que residió en Vicenza la mayor parte de su vida, aunque con estancias de corta duración en otras ciudades como Brescia, Padua, Rovigo y Venecia. A pesar de la ausencia de documentación relativa a su formación, se ha supuesto que comenzó trabajando con su padre y continuó en el taller de Alessandro Maganza, artista manierista de su ciudad natal. Sus primeras obras están influidas por Veronés y los Bassano, aunque muy pronto comenzó a desarrollar un estilo personal y característico. En él confluyen la riqueza y el esplendor barrocos con la elegancia y la afectación manieristas. A ello hay que sumar rasgos propios del pintor, como el fuerte dramatismo y algunos efectos deslumbrantes surgidos de sus rápidas pinceladas con colores brillantes. En 1638 está documentado en Venecia, etapa esta fundamental para su desarrollo artístico, pues conoció a Strozzi, Fetti y Liss. Llevó a cabo importantes decoraciones al fresco en varias iglesias. En la década de los cuarenta lo encontramos de nuevo en Vicenza, donde realizó obras tan relevantes como El traslado de los cuerpos de los santos obispos Dominatore, Paolo y Anastasio, en la antigua catedral de Brescia. También ejecutó algunas series de alegorías en Rovigo y Vicenza, entre las que destaca la Alegoría en honor de Alvise Foscarini, donde se han visto influencias de Rubens y Velázquez. Pintó, asimismo, escenas bíblicas y mitológicas, como Perseo y Medusa, de la Galleria dell’Accademia de Venecia. En la última etapa de su vida acentuó el dramatismo y los valores plenamente barrocos. Durante ese periodo, completó dos ciclos en Vicenza para los oratorios Delle Zitelle y de San Nicola di Tolentino. En 1657 se trasladó a Padua, ciudad en la que murió en 1660 y en la que dejó testimonio de su pintura en las iglesias de San Pietro Martire y San Tommaso.

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