Pintor activo en Cataluña entre 1391 y 1431, que se inscribe dentro de la corriente que se ha denominado estilo internacional de la Cataluña gótica, surgido en torno a la personalidad de Luis Borrassá. Mates fue un artista expresivo, que utilizaba los contrastes de líneas para modelar las figuras. De esta manera consiguió que sus obras destacasen sobre todo por su elegancia, en la que también se refleja la huella de los iluminadores franco-flamencos. Su trayectoria artística fue evolucionando, sufriendo un proceso de amaneramiento. Realizó importantes encargos, principalmente en Barcelona y también en Huesca. Finalizó el retablo de los Santos Tomás y san Antonio para la catedral de Barcelona, que había dejado sin concluir, al morir, Pere Serra. Entre sus obras documentadas se encuentran los retablos de San Martín y San Ambrosio de la misma catedral, de 1411; el retablo de San Sebastián, de 1417-1425, que pertenece a la colección del Museu Nacional d’Art de Catalunya; y el altar mayor de Santa María, en Vila-Rodona, de 1422. Se desconoce la fecha exacta de su muerte, aunque se sabe que en 1431 hizo testamento. Su hijo Jorge continuó con su labor y entró a trabajar como aprendiz en el taller de Jaume Huguet en 1469.

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