Alexander Vesnin fue un relevante representante del constructivismo ruso que combinó la práctica de la arquitectura y de la pintura a lo largo de toda su vida. Estudió ingeniería en Moscú y San Petersburgo como sus dos hermanos mayores, Leonid y Viktor, con los que realizaría la mayor parte de sus proyectos arquitectónicos. Vesnin además asistió a las clases del pintor impresionista Konstantin Yuon y en los años 1913-1914 experimentó con el cubismo en el taller La Torre de Vladimir Tatlin. Allí conoció, entre otros, a Liubov Popova y Nadeshda Udaltsova.

En 1918 participó en la decoración de la plaza Roja de Moscú con motivo de la celebración de la fiesta del primero de mayo y en torno a 1920 comenzó a trabajar como escenógrafo. Una de sus principales puestas en escena fue El hombre que fue jueves, de Gilbert Keith Chesterton, en 1923. Entre 1921 y 1924 fue profesor en los Talleres Superiores Artístico-Técnicos (Vjutemas) donde de nuevo trabajó con Popova. Paralelamente colaboró en el Instituto de Cultura Artística (Injuk) y allí conoció a otros pintores como Alexander Ródchenko. Junto a él, Popova, Varvara Stepánova y Alexandra Ekster participó en la exposición 5 x 5 = 25 de 1921.

Desde finales de la década de 1910 Vesnin se sintió atraído por el suprematismo, pero poco a poco asumió los principios constructivistas, que intentaban que el arte se ligase a sus elementos constituyentes y a la nueva sociedad tecnológica surgida tras la Revolución soviética. Trató de llevar a término estas ideas en algunos de sus proyectos, como en el diseño del Palacio del Trabajo de Moscú (no construido) que realizó en colaboración con sus hermanos en 1922- 1923, o en el edificio del periódico Pravda de Leningrado. En 1925 fundó con Moisey Ginzburg la OSA (Unión de Arquitectos Contemporáneos) y la revista que comenzaron a editar se convirtió en el medio de difusión de sus ideas.

Cuando alrededor de 1930 las autoridades comenzaron a demandar un retorno al historicismo, Alexander y Viktor Vesnin (Leonid murió en 1933) mostraron su desacuerdo. La falta de encargos hizo que, tras la Segunda Guerra Mundial, Alexander volviese a dedicarse fundamentalmente a la pintura y el dibujo en estilo figurativo.

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