La exposición presenta en paralelo las carreras artísticas de John Singer Sargent y Joaquín Sorolla. Dos artistas solitarios y de gran éxito internacional en el entresiglo XIX-XX; momento de inicio de las vanguardias que, sin embargo, los dos evitan. La muestra se centra en exponer afinidades y correspondencias, así como ocasionales encuentros entre dos artistas tan diferentes. El uso del color y la luz como medios expresivos, el afán de desarrollar una pintura moderna a partir de la tradición naturalista, su destacado éxito comercial y social, que les alejó de ser considerados como pintores vanguardistas, y el desarrollo en su última etapa de una creación más personal, son algunos de los puntos comunes que se ponen de manifiesto.