La exposición pretende mostrar el papel activo del modelo musical en la pintura centrándose en un periodo concreto: la década de 1910, los años en que se inicia el desarrollo del arte abstracto. Para ilustrar los diferentes medios por los que el ideal de sinestesia (es decir, la correspondencia entre percepciones sensoriales diferentes como, en el caso de música y pintura, vista y oído) da pie a la pintura abstracta, se muestran obras de artistas muy variados. Todos ellos son contemporáneos de quien, por su influencia y calidad, se revela como figura central de la abstracción, Wassily Kandinsky.