1 de mayo: museo cerrado.

La exposición ofrece al público un recorrido irrepetible por el arte florentino del Quattrocento que tiene, como punto de partida, uno de los iconos de la colección del Museo: el retrato de Giovanna Tornabuoni. En este contexto, se analiza el tema del retrato en la Florencia del siglo XV, con obras de Botticelli o Pollaiuolo además de Ghirlandaio, y se contemplan piezas maestras relacionadas con el enlace matrimonial entre Giovanna degli Albizzi y Lorenzo Tornabuoni. La muestra, por último, dedica un importante apartado al arte religioso desplegado en el ámbito privado donde se reúne no sólo pintura sobre tabla sino también esculturas, manuscritos y otros objetos artísticos de altísima calidad.