Adrien Thomasz. Key fue un pintor flamenco formado en el taller de Willem Key, del que parece tomó su nombre. Realizó un gran número de trabajos para diferentes iglesias de Amberes, y aunque también cultivó la xilografía sus mayores logros los obtuvo en el campo del retrato. En su producción se distinguen dos etapas: sus comienzos con obras más realistas, y sus últimos años caracterizados por una acusada influencia de Antonio Moro, que se evidencia en su obra en un mayor interés por reflejar el estatus social de sus protagonistas. En esta tabla que nos ocupa se representa a Guillermo I, príncipe de Orange, líder de la sublevación de los Países Bajos contra Felipe II. De este retrato se conservan otras dos versiones, una en el Rijksmuseum de Amsterdam y otra en la Mauritshuis de La Haya, aunque la nuestra es la única que conserva la fecha de ejecución. El fondo oscuro utilizado por Key contribuye a realzar las carnaciones y la gola blanca del protagonista, destacando asimismo el realismo de sus facciones.

Adriaen Thomasz. Key está documentado por vez primera en Amberes en 1568, cuando su nombre aparece en el gremio de pintores. De Key no hay mucha información anterior a esa fecha, aunque sus primeras obras, especialmente los retratos, guardan ciertos paralelismos con los de Willem Key. Adriaen Key trabajó la pintura de historia y el diseño de grabados, pero el género que dominó fue el del retrato, donde sus modelos se caracterizarán por estar ejecutados con una técnica cuidada y con una presentación austera y sobria. Key está documentado en Amberes hasta 1589, momento en el que su nombre desaparece de los archivos de la ciudad.

De esta tabla en la que se representa a Guillermo I, príncipe de Orange, se conocen dos versiones más que, según la crítica, proceden de un original que no ha llegado hasta nuestros días. Los tres retratos, de gran calidad, se consideran autógrafos y se diferencian en pequeños detalles. Estas pinturas se conservan en el Rijksmuseum de Amsterdam y en la Mauritshuis de La Haya. La similitud más acusada se produce entre nuestra pintura y la que se guarda en Amsterdam. En ellas Key presenta su modelo sobre un fondo oscurecido, en el que se destacan con fuerza las gradaciones de la carnación del rostro, la gola blanca que enmarca el cuello, así como los elegantes adornos dorados y grises que se añaden en el frente del traje y en el hombro. La cara está nítidamente perfilada, sin omitir ninguno de los detalles que dan carácter al rostro, como son las patas de gallo, las ojeras, las bolsas debajo de los ojos, la flacidez de las mejillas y las arrugas de la frente, pormenores todos ellos en consonancia con la estética realista desarrollada en los Países Bajos. Guillermo I está representado a la edad de cuarenta y seis años, según la fecha que la tabla lleva en el ángulo superior izquierdo. En la pintura de La Haya, el personaje se ha recortado en el lateral izquierdo, desaparecen el hombro y el brazo y su expresión, como se ha resaltado, resulta más severa. El hecho de que de esta pintura se conozcan otras versiones, todas de gran calidad, tal vez se deba a la significación política que pudo tener el retrato.

Guillermo I de Orange (Dillenburg, 1533-Delf, 1584) lideró la rebelión de los Países Bajos contra el poderío español, representado por Felipe II. La época en la que está pintado el retrato coincide con uno de los momentos de más tensión, cuando los tercios habían saqueado Amberes en 1576 y las hostilidades habían sido hábilmente aprovechadas por Guillermo I para crear un frente común entre las Provincias que protegiera sus creencias religiosas y sus instituciones. Guillermo I fue asesinado en 1584.

El retrato de Guillermo I ha permanecido en la colección Thyssen-Bornemisza desde 1928. Antes perteneció a la galería de Jacques Goudstikker de Amsterdam, donde estaba en 1922 y donde fue adquirido para la colección de Villa Favorita.

Mar Borobia

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