La aparición del pop art a finales de los años 50 fue uno de los momentos más liberadores de la historia del arte; su adscripción a la nueva era de la tecnología y el consumo acabó con la separación entre la alta y la baja cultura e inauguró un nuevo debate sobre las relaciones entre lo estético y lo antiestético que se han prolongado hasta nuestros días.

Con motivo de la exposición Mitos del pop, el museo organizó en julio de 2014 tres Jornadas pop, en las que especialistas en diversas materias acercarán al público las últimas investigaciones sobre esta tendencia.