Francesco Foschi nació en Ancona, en 1710, en el seno de una familia acomodada. Varios de sus hermanos se dedicaron al igual que él a la pintura, siendo el más conocido Carlo Foschi, especializado en marinas. Francesco inició su formación en el taller de Francesco Mancini, en la ciudad de Fano. Su protector en los inicios de su carrera fue el conde Raimondo Bonaccorsi, quien bajo el asesoramiento de Foschi creó una magnífica colección de arte, que incluía entre otras piezas doce representaciones de Las Metamorfosis de Ovidio de la mano del pintor. En 1729 la familia Foschi al completo se trasladó a Roma. Allí Francesco, que contaba diecinueve años, conoció y se interesó por las vistas de Panini y Van Wittel. La influencia que las panorámicas de Van Wittel ejercieron en su obra se observa fácilmente en Vista de Loreto con retratos papales, conservado en Loreto, en el Palazzo Apostolico, en la que igualmente se aprecia la huella de su maestro Mancini en el tratamiento de las figuras. En 1744 Francesco Foschi contrajo matrimonio en Roma con Constanza Scirman, con quien tuvo una hija. En 1750 firmó y fechó Paisaje de invierno, del Museo de Grenoble, el primer ejemplo documentado de un género que se convirtió en su especialidad: las vistas invernales. En 1755 se trasladó a Pesaro, donde residió hasta 1764, año en el que regresó a Roma, ciudad en la que permaneció hasta su muerte, acaecida en 1780. Su obituario en el diario Ordinario Cracas (11 de marzo de 1780), que lo describe como el «famoso pintor de paisajes de invierno», refleja su actividad en este género durante los últimos años de su vida.

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