Esta hermosa pintura que normalmente se exhibe en la sala 31 del Museo, dedicada a la pintura europea del siglo XIX, puede ahora contemplarse junto a otros cuadros que Corot pintó durante su visita al Château de los Leones en Contextos de la Colección Permanente 10

Port-Marly, propiedad de la familia Rodrigues-Henriques. Este grupo de obras nos acerca al estilo paisajístico de Corot y nos ofrece la oportunidad de estudiar la relación entre el artista y la familia Rodrigues-Henriques, a la que pertenecieron la mayoría de ellas. Georges Rodrigues un adinerado coleccionista, aficionado a la pintura, se convirtió en su madurez en un aplicado discípulo del pintor, como puede comprobarse en el paisaje suyo que presentamos junto a las obras de su maestro.