Esta exposición aborda el arte alemán desde finales del siglo XV hasta mediados del XVI centrándose en dos aspectos: la imagen que el artista tenía de su entorno y el papel que estas imágenes desempeñaron en aspectos como la religión, la política o la guerra. También analiza la dualidad entre las ideas propias y específicas de la cultura germana y las influencias exteriores, principalmente del Renacimiento italiano. La exposición tiene como eje las figuras de Durero y Lucas Cranach el viejo; junto a sus obras pueden contemplarse manifestaciones de otros importantes artistas de este amplio periodo.