El 26 de julio de 1981, el barón Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza acudió por primera vez al estudio londinense de Lucian Freud para iniciar las largas e incontables sesiones de posado para el primero de los dos retratos que el artista realizaría del prestigioso coleccionista. Este es el punto de partida de la cuarta entrega de <miradas cruzadas>, una serie de nuevas instalaciones con obras de las colecciones que, con motivo del 20 aniversario, ha venido presentando el Museo. Este último montaje del año pone el broche de oro a doce meses de celebraciones, ya que la figura del propio Barón Thyssen -uno de los más tempranos admiradores del pintor inglés- es el eje sobre el que se articula la relación entre dos grandes artistas: Lucian Freud y Jean-Antoine Watteau.
En esta ocasión, la instalación incluye además dos obras invitadas: Retrato del barón H.H.Thyssen-Bornemisza (Hombre en una silla) (1985) y Dibujo de Gran interior W11 (según Watteau) (1983), préstamos de colecciones privadas. Acompañarán en la sala mirador de la primera planta a otros dos cuadros de Freud y uno de Watteau pertenecientes al Museo: Retrato del barón H.H.Thyssen-Bornemisza, (1981-1982), Reflejo dorado con dos niños (Autorretrato) (1965) y Pierrot contento (c.1712). Esta instalación puede verse en la sala mirador de la primera planta, con acceso directo desde el hall central. La entrada es gratuita.