Monet y la abstracción pretende explorar el papel central de este gran pintor impresionista en el desarrollo de la abstracción tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, un tema hasta ahora apenas analizado. A través de un recorrido por la obra de Monet, que abarcará desde sus etéreos paisajes hasta las monumentales representaciones de su jardín de Giverny, donde pasó los veinte últimos años de su vida, la muestra analizará cómo su permanente obsesión por captar la instantaneidad le llevó a desdibujar la representación pictórica en una atmósfera casi abstracta. Mientras que su pintura fue tildada de anacrónica por las corrientes de vanguardia que dominaron las primeras décadas del siglo XX, hacia 1950 los jóvenes abstractos americanos y europeos redescubrieron a Monet y lo encumbraron al lugar que ocupa hoy en día dentro de la historia del arte. Sus obras podrán ser admiradas en las salas del Museo Thyssen y de la Fundación Caja Madrid junto a las de Jackson Pollock, Mark Rothko, Willem de Kooning, Sam Francis, Joan Mitchell y Gerhard Richter, entre otros, de forma que el espectador podrá comprobar de primera mano la conexión existente entre ellas.