La Virgen y el Niño
Esta pequeña escultura devocional en madera conserva restos de su policromía original. En contraste con las carnaciones de los rostros de la Virgen y el Niño, el resto de la superficie habría sido totalmente dorada en origen, lo que le habría conferido el aspecto de una pieza de orfebrería. Una pequeña ranura en la cabeza de María sugiere que portaba una corona de metal, mientras que el hueco en la parte posterior de la figura corresponde a un compartimento para reliquias cuya pequeña puerta no se conserva.
La madre mira con dulzura a su hijo mientras este juega con un pajarito que le picotea la mano. Este detalle, que podría derivar de la escultura francesa de mitad del siglo XIV, hace referencia a la Eucaristía, ya que el pájaro que simboliza el alma se alimenta de la sangre de Cristo para alcanzar la Resurrección. Este tipo de esculturas, de las que existen algunos ejemplos se han relacionado con la Madonna Friesentor (Museo Schnütgen, Colonia) que una vez decoró la puerta con el mismo nombre en la muralla que rodeaba la ciudad y que fue demolida en 1882.