Murnau. Final de Johannisstrasse
Entre 1904 y 1908 Wassily Kandinsky y Gabriele Münter viajaron constantemente en busca de nuevas experiencias y de inspiración para su pintura. En su periplo visitaron varios países europeos, como Francia, Holanda e Italia, y también el norte de África. A su regreso a Múnich, en 1908, pasaron largas temporadas en Murnau, donde Münter compró una casa en 1909. El entorno pintoresco del pueblo y la peculiaridad de sus tranquilas calles se convertirían en uno de los temas más repetidos por ambos artistas.
En esta representación colorista de la Johannisstrasse se detecta la influencia de la pintura fauve que Kandinsky había podido contemplar en París. La composición nos ofrece una vista del comienzo de la calle y al fondo a la derecha la fachada de la Griesbräu Inn, la posada donde se alojaba la pareja y que hoy todavía se encuentra intacta.
Murnau. Final de Johannisstrasse se encontraba entre las obras que quedaron en manos de Gabriele Münter en 1914 cuando Kandinsky fue obligado a regresar a Rusia a causa de la guerra. Fue adquirida por el barón Thyssen-Bornemisza en 1987.
Paloma Alarcó