Vídeo Sirena en la exposición "Joan Jonas. Moving Off the Land II"

 

(Imagen de una sirena tumbada en una chaise longue, voz en off de Joan)

 

Todos venimos del mar y guardamos recuerdos de él. En nuestras mentes. En nuestros cuerpos.

(Imagen de moneda siria)

En la costa siria les hablaron de su diosa, que se arrojó al mar cuando ellos vieron como una luna descendía por las aguas a poniente.

(Dibujo de una sirena; de otra sirena con una barca y Joan con un disco de papel)

Es curioso lo extendida que está la creencia en la mujer-pez. La difusión de historias de sirenas entre las poblaciones celtas indica que esas ninfas acuáticas habrían sido en origen deidades de esos pueblos, y no puedo evitar pensar que el espejo circular que sostienen en la mano y con el que habitualmente se las representa sea una evocación del disco lunar.

(Espiráculo y niños contemplando un acantilado)

Primera sirena conocida, mitad humana, venerada por pueblos costeros mediterráneos: gran madre y diosa de la fertilidad de la tierra y el agua. La mitad superior es la de una mujer. La inferior, una cola de pez.

(Francesco y Joan con una red y algas)

No lejos de su templo había un lago repleto de diversos tipos de peces, su animal sagrado. Sabían sus nombres y los peces acudían cuando los llamaban, arrimándose a la gente para que los acariciaran.

(Zora)

La mente evolucionó en el mar. El agua lo hizo posible. Todos los estadios iniciales tuvieron lugar en el agua: el origen de la vida, el nacimiento de los animales, la evolución de los sistemas nerviosos y la aparición de cuerpos complejos merecedores de cerebro.

(Willa)

Pero un día esta dama, como era conocida, encontró su antiguo tocado en una esquina. Lo tomó, lo contempló, pensó en su padre el rey y en su madre la reina, y sintió el deseo de volver a ellos. Besó a los pequeños y bajó a la playa con la intención de regresar después de una breve visita a su hogar. Pero, en cuanto se cubrió la cabeza con el tocado, todo recuerdo de su vida en tierra se desvaneció y se arrojó al mar para no volver jamás.

(Última escena de Willa)

Las he visto, cabalgando las olas, peinando el blanco cabello de las olas, cuando el agua se vuelve blanca y negra con el hálito del viento. Nos hemos demorado en cámaras marinas, junto a muchachas del mar cubiertas de guirnaldas de algas, rojas y pardas, hasta que unas voces humanas nos despiertan y nos ahogamos.

Performers de los vídeos

Zora Casebere, Noah Delorme, Lila Gavagan, Joan Jonas, Francesco Migliaccio, Jonas Moran, Malcolm Moran y Willa Schwabsky.