Lucas Cranach, el Viejo, fue, junto con Alberto Durero, un destacado pintor del siglo XVI alemán. En sus obras trató tanto temas religiosos como retratos o escenas mitológicas en las que el desnudo se aleja de los cánones procedentes de Italia para crear un prototipo estrictamente alemán que destila sensualidad. Esta tabla representa a la ninfa de la fuente Castalia, cuya agua bebían filósofos y poetas en busca de inspiración. La ninfa se nos muestra tumbada sobre un tupido césped, en una posición antinatural, con la cabeza apoyada sobre el brazo derecho, girando su cuerpo hacia el espectador y con la pierna izquierda cruzada. Tras la protagonista, en primer término, se van sucediendo distintos planos que dotan a la obra de profundidad. El tema de esta composición aúna las referencias a la Antigüedad clásica con las influencias del arte italiano. Esta ninfa nos remite por su postura a la Venus de Giorgione de la Gemäldegalerie de Dresde y a las de Tiziano por la cartela del ángulo superior izquierdo, cuyo texto corresponde a un poema latino. El carcaj con flechas y el arco apoyados en el árbol pueden hacer referencia a Diana cazadora o bien a Cupido, acompañante de Venus.

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Cranach cultivó, junto a la pintura religiosa y el retrato, la temática mitológica, donde desarrolló un novedoso desnudo femenino alejado de los cánones tradicionales de belleza propugnados desde Italia y en los que impera una fuerte vertiente erótica. Esta tabla perteneció a la colección berlinesa del pintor Wilhelm Trübner, donde estuvo antes de 1918. La pintura se publicó por primera vez en el catálogo de la subasta de la colección de ese artista y pasó, a continuación, a una colección privada en Suecia. Antes de entrar en la colección Rohoncz, perteneció a dos galerías: la de Haberstock, en Berlín, y la holandesa establecida en Amsterdam, Goudstikker, donde finalmente fue adquirida. A la muerte del barón Hans Thyssen-Bornemisza la pintura correspondió en herencia a su hija Margit, condesa de Batthyány, pero fue recuperada nuevamente, en 1986, por el barón Hans Heinrich Thyssen- Bornemisza para el conjunto instalado en Villa Favorita.

Las dimensiones de esta pintura, que es de una gran calidad, han sido modificadas en sus cuatro lados. Al borde inferior, además, se le añadió una banda de unos cuatro centímetros de ancho sobre la que la figura reposa el pie izquierdo. El tema, como otros en la obra de Cranach, sirvió para elaborar versiones en las que el pintor cambió y varió detalles del escenario y de la figura. En la composición, en la que dominan los elementos horizontales, el artista ha colocado, en primer término, a su ninfa cubierta con un sutilísimo velo transparente que cubre su cabeza y envuelve su cuerpo. Esta mujer descansa plácidamente al borde de una fuente, con una postura no muy natural, ya que alza su cabeza ligeramente por la posición de su brazo derecho y del terciopelo que hace de almohada, y gira su cuerpo hacia el espectador cruzando una pierna. A la orientación que marca el eje de su cuerpo desnudo se van añadiendo, en profundidad, las distintas partes con las que Cranach ha construido el paisaje y que acentúan, por su disposición, el carácter sosegado y apacible que invade la pintura. Estos planos corresponden al borde del tupido césped sobre el que la ninfa directamente está tumbada, los suaves perfiles de las colinas donde descansan los ciervos y, finalmente, la pantalla de árboles con la que el artista cierra el último término de su composición.

El tema ha sido objeto de interés, ya que en él se entrelazan referencias de la Antigüedad clásica y figuraciones que conducen al mundo italiano. Una de las claves para la identificación de esta ninfa, cuya postura nos remite a la Venus de Giorgione de la Gemäldegalerie de Dresde, así como a las de Tiziano, la encontramos en la cartela que ocupa el ángulo superior izquierdo y que se inserta en el macizo rocoso, de donde mana la fuente, como si de una inscripción se tratara. El texto corresponde a un hexámetro latino que se ha relacionado con el comienzo de un epigrama del humanista Giovanni Campani. Esta mujer se ha identificado con la ninfa de la fuente Castalia, manantial en cuyas aguas bebían poetas y filósofos para buscar su inspiración. Cranach en su representación ha introducido dos objetos, como son el carcaj con las flechas y el arco que aparecen colgados del tronco de árbol que rompe, con su verticalidad, la placidez de la composición. Estos dos enseres, junto con los ciervos de los últimos planos, pueden ser una alusión a Diana cazadora o al Cupido que suele acompañar a Venus. Cranach, en esta pintura, inculca a la figura una carga sensual que transmite al espectador a pesar de la armonía y de la paz que envuelven a la ninfa. La tabla ha sido fechada por Lübbeke hacia 1530-1534, pues en ella se detecta un alargamiento en las proporciones que remite a modos manieristas.

Mar Borobia

Siglo XVIs.XVI - Pintura germánicaPinturaÓleotabla
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Acceso al corpus de la obra de Lucas Cranach el viejo (c. 1472-1553), sus hijos y su taller mediante documentación escrita y fotográfica que permite conocer y estudiar su legado artístico

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