La pintura, una fiesta galante, recuerda las escenas extraídas de la Commedia delf'arte, un mundo que Watteau conoció en París gracias a su maestro Claude Guillot. En una atmósfera mágica, Pierrot sentado en el centro de la composición aparece rodeado de dos hombres y dos mujeres, una de ellas tocando la guitarra. El episodio se desarrolla al aire libre y, próximo a la pintura de paisaje italiano del siglo XVII, describe el rincón de un jardín con frondosa espesura y una estatua del dios Pan. Por un grabado que Jeurat hizo de este cuadro en 1728, sabemos que su formato fue en principio apaisado, aunque en el siglo XIX el lienzo se recortó, y que dos personajes, Mezzetin o Scaramouche y Arlequín, asomaban sus cabezas entre los árboles para observar al grupo. Hoy estas figuras, así como otros detalles de la obra, son imperceptibles debido a la oscuridad de la zona.

 

Pierrot contento forma parte de un grupo de obras tempranas de Watteau en las que ya se halla perfilado un tema que gozó de gran fortuna en el siglo XVIII: las «fiestas galantes». Ésta fue precisamente la denominación que dio la Academia en 1712 a los episodios que presentó este original pintor y para los que tuvo que crear un nuevo término. Como antecedentes de estas fiestas galantes se han mencionado las escenas medievales de los jardines del amor, en las que los enamorados protagonizan, al aire libre, elegantes escenas de flirteo y cortejo. Dentro de la pintura veneciana del siglo XVI, esta tradición fue retomada por Tiziano, quien le dio un nuevo giro en lienzos como el Concierto campestre. Por lo demás, las fiestas galantes de Watteau son el resultado de cuatro factores concretos y decisivos: la influencia de la pintura de género de los Países Bajos, las escenas de teatro con personajes procedentes de la commedia dell’arte, el diseño de arabescos que le acercó a la temática de talante galante y el paisaje italiano del siglo XVII. En relación con estos componentes, hay que hacer notar que Watteau se crió en una ciudad flamenca que, unos años antes de su nacimiento, se había incorporado al reino de Francia y que sus primeras pinturas llevan la impronta de esta escuela. Por otra parte, su formación con Claude Gillot, en París, le abrió al mundo del teatro y Claude Audran, su otro maestro, le puso en contacto con las escenas de talante amoroso, con el paisajismo italiano del siglo XVII y con la pintura decorativa de arabescos.

El título del lienzo está sacado de un grabado de Edme Jeaurat, de 1728, que reproduce este cuadro con el nombre de Pierrot content y que proporciona además una información preciosa sobre algunos elementos que han desaparecido casi por completo de la superficie pictórica debido a los estragos del tiempo. La primera referencia que nos proporciona el grabado afecta a las dimensiones actuales de nuestra obra. Según esta fuente, Watteau concibió una composición apaisada, con un mayor desarrollo del jardín alrededor de las figuras principales. Este hecho ha llevado a suponer que el cuadro del Museo fue recortado en una fecha desconocida, en ambos laterales. En el grabado de Jeaurat se comprueba también la presencia de dos personajes, identificados uno como Mezzetin o Scaramouche y el otro como Arlequín, cuyas cabezas asoman con entusiasmo ante el panorama que acaban de descubrir entre los arbustos. Estos dos personajes sólo pueden intuirse en nuestro lienzo, muy oscurecido en esta zona por defecto de la técnica, que el pintor no cuidó excesivamente.

Watteau situó su escena en un exquisito rincón de un jardín, rodeada por la densidad de las ramas de una arboleda entre las que percibimos una estatua de Pan. Sus pequeñas figuras, llenas de armonía y colorido, están vestidas, o disfrazadas, suntuosamente. El asunto, amoroso, galante y cargado de una sutil melancolía, reúne en torno a Pierrot a dos mujeres, una de ellas con una guitarra y otra con un abanico, y a dos hombres, uno a la izquierda, vestido como Mezzetin. Estos personajes, contemplativos y ausentes, envueltos en una atmósfera mágica, están captados por Watteau, como en otras pinturas, en un fugaz instante de gozo.

Pierrot contento es una de las primeras fiestas galantes que Watteau instaló en un espacio abierto. Su composición, donde se perciben a simple vista dos arrepentimientos en la figura de la mujer con el abanico, uno que corrige la posición de la cabeza, desplazada en la pintura más a la derecha, y el otro en sus ropajes, que se proyectaron extendiéndose generosamente a los pies de Pierrot, se ha relacionado con tres más: Les Jaloux, pintura perdida que se conoce por una copia conservada en la National Gallery de Melbourne; Le Arlequin Jaloux, cuadro también perdido pero del que se conservan grabados; y La partie quarrée, de los Fine Arts Museums de San Francisco. Estas composiciones reúnen en un denso jardín a unas figuritas delicadas y alargadas vestidas en rasos y sedas brillantes. De Pierrot contento también se conocen cinco dibujos. Uno en el Musée des Beaux-Arts de Rouen, que reproduce la figura simétrica y frontal de Pierrot, otro en el Kupferstichkabinett de Berlín, con un apunte de la cabeza y de parte del busto del personaje sentado a la izquierda, con el que se ha relacionado también otro diseño que repite la misma posición del cuerpo. Los tres dibujos restantes son estudios de la mujer con el abanico y del hombre sentado a sus pies.

Esta pintura fue seleccionada por Lucian Freud como fondo para un retrato del barón Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza, siendo motivo de inspiración de este mismo artista para un gran cuadro titulado Large Interior W. II.

Mar Borobia

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